COMUNICACION POR REBOTE LUNAR EN 1296 MHz

Las siglas EME (earth-moon-earth) o TLT (tierra-luna-tierra), se refieren a comunicación bidireccional realizada utilizando a la luna como reflector pasivo de las señales de radio. Esta técnica no es nueva: en 1960, los radioaficionados del radioclub de Eimac W6HB y W1BU, realizaron el primer comunicado amateur. Muchos fueron los que siguieron, mejorando la calidad de la comunicación, y explorando nuevas frecuencias. El rebote lunar, como también se lo conoce, representa una técnica de comunicación especializada. Todos los componentes de la estación deben trabajar al máximo de su rendimiento, para que la comunicación sea posible. Esto es debido a que la distancia es enorme (casi 800 mil kilómetros, ida y vuelta), y la reflexión de la señal en la luna también provoca aún más atenuación y degradación. El tiempo que le lleva a la señal recorrer esa distancia es del orden de los dos segundos y medio. Los comunicados son en general intercontinentales, ya que sólo hace falta que ambas estaciones tengan visible a la luna al mismo tiempo. La comunicación con Europa y Estados Unidos es la más habitual, ya que están en longitudes próximas a la nuestra. Con Japón y Australia es más difícil, ya que en los momentos en que la luna es visible en Asia y Sudamérica simultáneamente, la elevación del astro sobre el horizonte es baja, y no siempre es posible apuntar la antena, o bien hay obstrucciones (edificios, árboles, etc.).

Por ser un modo marginal, los principales factores que intervienen en el éxito de una estación para rebote lunar son los siguientes:

Tipo de antena La ganancia, y la posibilidad de orientarla con precisión tanto en acimut como en elevación son igualmente importantes. 20 dB de ganancia son considerados suficientes en 144 MHz, mientras que ganancias por sobre 30 dB son razonables en 1296 MHz. A medida que aumenta la ganancia, el ancho del haz de la antena se angosta, y se hace más difícil apuntarla.

Cable de alimentación Debido a que cada dB de pérdida es muy importante, toda energía que se pierda en forma de calor en el cable coaxil de alimentación, se descuenta directamente de la relación señal ruido obtenida en el comunicado. Muchos aficionados montan los amplificadores lo más cerca posible o directamente en la antena. El uso de coaxiles de gran diámetro es muy común.

Preamplificador de recepción La capacidad de recibir señales débiles depende, en su mayoría, de la figura de ruido de la primera etapa amplificadora. Es decir, cuanto más ganancia tenga, y menor sea el ruido aportado, mejor será el rendimiento. Si el ruido generado en el propio preamplificador es muy alto, éste ruido enmascarará a la señal que queremos escuchar. En la actualidad se cuenta con muchos transistores de relativo bajo costo, que proveen solución a este problema.

Habilidad del operador para recibir CW Debido a que los comunicados son en su mayoría con señales apenas perceptibles sobre el nivel de ruido, CW es el único modo posible. El operador debe ser capaz de recibir señales débiles, moduladas en amplitud a un ritmo aproximado de 5 ppm, y distorsionadas por haber rebotado en una superficie rugosa como es la de la luna. Por suerte, en 1296 MHz no hay estáticos ni QRM (por el momento).

Generación de niveles de potencia adecuados Si se desea comunicar asiduamente, no menos de 500 watts en 432 MHz y unos 200 watts en 1296 MHz son necesarios. Obviamente, potencias menores también posibilitan buenos comunicados, pero solamente con estaciones dotadas de antenas de elevada ganancia (de ambos lados). Por ejemplo, una parábola de 8 metros de diámetro junto con un buen preamplificador, es capaz de escuchar 50 watts transmitidos desde una parábola de 3.6 metros en 1296 MHz. Para generar energía en 1.2 GHz, hay dos posibilidades. La más común es utilizar válvulas del tipo 2C39, 7289 ó 3CX100A5. Se han construido desde amplificadores con una sola válvula, hasta "monstruos" de 8 tubos en paralelo. Algunos aficionados europeos han conseguido viejos transmisores de TV, que adecuadamente modificados producen potencias del orden de los 2 Kw de salida (sí, leyó bien). La refrigeración por agua es lo más habitual, ya que el rendimiento es bajo, y el calor generado no puede ser evacuado por aire forzado. La otra posibilidad es utilizar elementos de estado sólido. Hay módulos amplificadores híbridos capaces de generar hasta 20 watts, y combinando varios de ellos, la potencia puede incrementarse a niveles interesantes, pero el costo es elevado comparado a los amplificadores con válvulas.

Estabilidad de frecuencia A pesar de que las señales se desplazan continuamente debido al efecto Doppler que se produce por el movimiento de la luna respecto a la tierra, la frecuencia debe mantenerse lo más estable posible. Sea el oscilador del receptor o transmisor generado por la multiplicación de un cristal de baja frecuencia, o sea un sintetizador, en ambos casos, pequeños desplazamientos de la frecuencia que no afectarían a un transmisor para la banda de 20 metros, en 1296 MHz es tan malo, que probablemente perdamos a nuestro corresponsal.

Receptor La actividad de rebote lunar no se diferencia de ninguna otra en este aspecto. Un buen receptor, con buena selectividad para minimizar el ruido, osciladores de bajo ruido de fase, filtros de frecuencia intermedia con buen factor de forma, son algunos de los requerimientos básicos. No es importante contar con un control automático de ganancia, ya que es probable que se lo use muy poco, e incluso a veces es conveniente tener la posibilidad de desconectarlo.

Capacidad de conocer la posición de la luna Debido a que no todos los días de actividad vamos a tener la suerte de que no haya nubes y poder ver la luna, algún método de posicionamiento a ciegas de la antena es imprescindible. Para utilizar este tipo de procedimiento, es necesario conocer la posición de la luna, lo cual puede predecirse con numerosos programas de computación, muchos de los cuales fueron escritos por "reboteros", y son de uso gratuito. Además, se debe contar con una buena lectura de acimut y elevación de la antena (una brújula no es suficiente).

Deseo de buscar materiales raros Los elementos para montar una estación de rebote lunar en 1296 MHz no están disponibles en los comercios (particularmente en los locales). Hay que mantener los ojos abiertos en las ferias de usados, y detectar esos elementos que nadie mira, pero que tienen un altísimo valor para quien sabe cómo utilizarlos.

Suficiente espacio para montar la antena Ninguna antena apta para rebote lunar es de reducidas dimensiones. Cuatro yagis de 7 metros de largo son lo mínimo en 432 MHz, y una parábola de más de 3.5 metros para 1296 MHz.

Conocimientos varios Montar una estación para rebote lunar en 1296 MHz no es como hacerlo en 2m FM, y se requiere cierto grado de habilidad técnica. Tener acceso a Internet es una gran ventaja, ya que en la actualidad los comunicados se coordinan por este medio, que también sirve para una rápida y efectiva difusión de información. Tener conocimientos de Inglés es de suma utilidad, ya que permite intercambiar ideas con los aficionados europeos y norteamericanos en forma directa. Nuestra experiencia fue muy positiva respecto a esto último, ya que buena parte de la información para la construcción de los elementos nos fue enviada desde Europa por Internet.

Comprensión del público en general Tanto los vecinos, como así también los miembros de la familia del radioaficionado, deben comprender (a veces no es fácil) que nuestro hobby científico es una pasión, y como tal, lo hacemos con mucha dedicación, y no es nuestra intención proyectar una gran sombra sobre ese sector del terreno en donde no crece el pasto, o pasarnos las mejores horas de sol precisamente midiendo el ruido que emite dicho astro, para el ajuste de nuestro sistema.

En Argentina hay muy pocas estaciones activas haciendo rebote lunar. En la provincia de Córdoba está Eduardo LU4HO (ex LU7DZ), activo en 432 MHz, con cuatro yagis de 10 longitudes de onda de botalón, y alrededor de 700 watts. En 1296 MHz, el primer comunicado realizado desde zona LU fue entre OE9ERC y LU6DW, en Mayo de 1998. Esta estación fue montada con esfuerzo conjunto de Guillermo Nanni LU4DHD, de Burzaco, Daniel Bernardini LU8EDR, de Lomas de Zamora, y Marcelo Franco LU6DW, de Llavallol. La búsqueda de los elementos, y la fabricación de las diferentes partes, fue el resultado de un verdadero trabajo en equipo, tan poco frecuente por estas partes del mundo.

Nuestra estación se compone en la actualidad de: Antena: reflector parabólico de 3.6 metros de diámetro, con movimiento manual en acimut y elevación. Alimentador tipo VE4MA, polarización circular izquierda y derecha. Amplificador: 4 módulos híbridos Mitsubishi, tipo M57762, enfasados. La potencia de salida es de 60 watts. Se está trabajando en un amplificador con varias 3CX100A5 en paralelo. Preamplificador: Transistor de efecto de campo de arseniuro de galio, tipo MGF1402 (Mitsubishi). Relé de aislación del preamplificador: de origen británico, reacondicionado. Pérdida de inserción 0.17 dB, aislación de 50 dB. Cable de alimentación: 2 metros de celflex de 1/2 pulgada. Transceptor: Yaesu FT736, con módulo opcional para 1.2 GHz. Software: Instant Track y VK3UM EME planner. Filtro de audio: oído del operador de CW !! Más información y fotografías pueden encontrarse en Internet, en la siguiente dirección: http://www.geocities.com/CapeCanaveral/Launchpad/4089

Marcelo Franco LU6DW